Welcome to the Hell: susurran las paredes de mi habitación cada vez que me despierto con el rostro pálido entre escalofríos y sudores fríos provenientes de esa sensación de dolor que se apodera de mi pecho cada vez que tu recuerdo de forma fugitiva se adentra en mi mente haciéndome caer de nuevo en la trampa que supone tu mirada para mí.
A veces creo que el destino solamente se está riendo de mí, porque siempre que pretendo olvidarme de ti, por alguna extraña razón apareces. Tu presencia se hace real, y mi corazón late frenéticamente al verte. Mi pulso se descontrola, mi respiración se vuelve agitada y los ojos se me humedecen...Cuanto sufrimiento, cuanto dolor. Cada vez que apareces ardo en deseos de correr hacia ti, besarte, abrazarte, tomarte de la mano y volverte a hacerte mío. Pero es en esos momentos, cuando despierto y vuelvo a mi pesadilla constante, en la que tú estás ALLÍ y yo sigo AQUÍ.
Nadie me dijo nunca que el amor fuera tan difícil...aunque si me advirtieron de los riesgos que corría al enamorarme, al convertirte en mi vida y al dar mi vida por ti. Vaya, si que tenías razón aquellas sabias lenguas cuyos corazones ya fueron partidos una vez.
Ahora han pasado seis meses desde que me enamoré de ti..y aquí sigo tratando de olvidarte y de dejar de amarte. ¿Qué gracioso no? antes solamente quería que ese sentimiento se fortaleciera más y más y ahora daría lo que fuera por cambiar el amor por odio. Por que sé que si te odiara todo sería más fácil...si me dieras asco verte no sería tal sufrimiento.
En cambio, cada vez que apareces en mi campo visual, se me para el corazón. Me acerco te saludo, dices estar bien pero tu mirada dice lo contrario...y entonces me marcho. De nuevo me despido de ti te veo marchar con mi corazón debajo del brazo y una vez más vuelvo a sentir esa horrible sensación de vacío que oprime mi pecho dejándome sin tan siquiera un pequeño suspiro de aliento. Te llevas mi amor, mi aire y me dejas sin nada. Antes no era malo..yo me marchaba con tu amor y huía como una niña pequeña que había encontrado lo más bello de su vida. Ahora en cambio, me he quedado abandonada y vacía, sin nada y sin razón para levantarme y sonreír todos los días.
Sin embargo, tengo que luchar contra tu ausencia y tengo que vencer al amor que siento en mi interior. Tengo que superar este bache, saltarlo o esquivarlo. Volver a ser feliz en otros brazos que no sean los tuyos pero que me hagan tres mil veces más feliz. Sea como sea, estoy cansada de estar tirada en el suelo sin fuerzas y ahora que he tocado fondo solo me queda apoyarme sobre mis rodillas, levantarme y echar a andar en busca de la felicidad.
A veces creo que el destino solamente se está riendo de mí, porque siempre que pretendo olvidarme de ti, por alguna extraña razón apareces. Tu presencia se hace real, y mi corazón late frenéticamente al verte. Mi pulso se descontrola, mi respiración se vuelve agitada y los ojos se me humedecen...Cuanto sufrimiento, cuanto dolor. Cada vez que apareces ardo en deseos de correr hacia ti, besarte, abrazarte, tomarte de la mano y volverte a hacerte mío. Pero es en esos momentos, cuando despierto y vuelvo a mi pesadilla constante, en la que tú estás ALLÍ y yo sigo AQUÍ.
Nadie me dijo nunca que el amor fuera tan difícil...aunque si me advirtieron de los riesgos que corría al enamorarme, al convertirte en mi vida y al dar mi vida por ti. Vaya, si que tenías razón aquellas sabias lenguas cuyos corazones ya fueron partidos una vez.
Ahora han pasado seis meses desde que me enamoré de ti..y aquí sigo tratando de olvidarte y de dejar de amarte. ¿Qué gracioso no? antes solamente quería que ese sentimiento se fortaleciera más y más y ahora daría lo que fuera por cambiar el amor por odio. Por que sé que si te odiara todo sería más fácil...si me dieras asco verte no sería tal sufrimiento.
En cambio, cada vez que apareces en mi campo visual, se me para el corazón. Me acerco te saludo, dices estar bien pero tu mirada dice lo contrario...y entonces me marcho. De nuevo me despido de ti te veo marchar con mi corazón debajo del brazo y una vez más vuelvo a sentir esa horrible sensación de vacío que oprime mi pecho dejándome sin tan siquiera un pequeño suspiro de aliento. Te llevas mi amor, mi aire y me dejas sin nada. Antes no era malo..yo me marchaba con tu amor y huía como una niña pequeña que había encontrado lo más bello de su vida. Ahora en cambio, me he quedado abandonada y vacía, sin nada y sin razón para levantarme y sonreír todos los días.
Sin embargo, tengo que luchar contra tu ausencia y tengo que vencer al amor que siento en mi interior. Tengo que superar este bache, saltarlo o esquivarlo. Volver a ser feliz en otros brazos que no sean los tuyos pero que me hagan tres mil veces más feliz. Sea como sea, estoy cansada de estar tirada en el suelo sin fuerzas y ahora que he tocado fondo solo me queda apoyarme sobre mis rodillas, levantarme y echar a andar en busca de la felicidad.
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