jueves, 14 de noviembre de 2013

Hi Love.



Quiero que vuelva el calor a mi cuerpo. Quiero que vuelva la primavera a mi cama. Quiero el roce constante debajo de las sábanas, y la constante sonrisa que dibuja mi rostro. Quiero los momentos estúpidos a la par de tiernos. Quiero las risas sin sentido y las carcajadas que te dejan sin respiración. Los abrazos de más de 50 segundos y los besos cortos pero intensos.

Quiero las duchas silenciosas, la espuma compartida. Quiero los besos con humo y los susurros casi imperceptibles. Las palabras sin significado e incluso las despedidas con sabor a “volveremos a vernos”. Los conciertos en los que me siento protegida de babosos porque tú estás para cuidarme.

Los abrazos por detrás, los mordiscos dolorosos pero también morbosos. Las cosquillas y los besos por la espalda. Las caricias en el cuello que tanto me hacen estremecerme y las canciones que cuando tú estás parecen recibir un chute de sentido. Los pinchacitos de los pelos de tu barba o los días de verano.

Quiero siestas, ¡montones de siestas!. Los ratos en los que me deleito viéndote tocar, te pones muy guapo, ¿sabes?.  Las conversaciones ancestrales o los conjuntos de palabras que no llevan a ninguna parte. Quiero tu voz, no. La amo. Tu tono de voz cuando me caigo por que voy lo suficientemente fumada para que tengas que cuidarme.

Quiero más besos en la Alhambra y más noches en Granada. Quiero tu comida, porque si viene de ti ya merece la pena probarla. Quiero más fotos en la playa y peleas contra la arena. Quiero que me desvistas tan rápido como te apetezca, pero que vuelvas a vestirme una vez hayamos terminado. Que me acompañes a sacar al perro, a expensas de saber que este no nos va a dejar ni mirarnos.

Quiero, bleh. Te quiero a ti, te quiero ahora y aquí. Quiero mi cama llena de ti, rebosante de ti. Quiero que ocupes mi cama, da igual que sea una práctica ilegal. Solo quiero que estés sobre ella o debajo de ella. Sobre o tapado con las sábanas. Con pijama o desnudo, pero que estés en ella. ¿No es mucho pedir, no?

Quiero días enteros contigo. Amaneceres tiernos y anocheceres alocados, pero todos contigo. Noches de pasión y amor entremezclados, pero todos contigo. Desnudo, en pijama, con ropa de calle, arreglado, con ropa de casa, con vaqueros, o de chándal. De ti o de mí vestido, pero que estés junto a mí.

Me da igual en una cama, en una tienda de campaña, sobre el suelo, la arena, en una silla, en la mesa, en un aseo, en un salón, en un concierto, en el campo, en la playa, en San Javier, en Granada, en Los Alcázares, donde sea. Pero que sea todo junto a ti. Tú, yo y ya está. Ni siquiera hace falta que corra en el aire, es más, si no corre entre nosotros muchísimo mejor. Pero te quiero taaaaaaaaaaaaaaan cerca que pueda sentir tu respiración contra mi piel y tus latidos en mi pecho. Por que…¿hay acaso algo mejor qué estar tan pegada a ti?

miércoles, 13 de noviembre de 2013

La cantata del diablo.

Padre nuestro, de todos nosotros, 
de los pobres, de los sin techo, 
de los marginados y de los desprotegidos, 
de los desheredados y de los dueños de la miseria, 
de los que te siguen y de los que en tí... 
Ya no creemos. 

Baja de los cielos pues aquí está el infierno, 
baja de tu trono, pues aquí hay guerras, hambre, 
injusticias, 
no hace falta que seas uno y trino, 
con uno solo que tenga ganas de ayudar nos bastaría. 

¿Cuál es tu reino?, 
¿El vaticano?, 
¿La banca?, 
¿La alta política? 

Nuestro reino es Nigeria, 
Etiopía, Colombia, Hiroshima, 
el pan nuestro de cada día 
son las violaciones, 
la violencia de género, 
la pederastía, las dictaduras, 
el cambio climático. 

En la tentación caigo diario, 
no hay mañana en la que no esté tentado 
de crear a un Dios humilde, justo, 
un Dios que esté en la Tierra, en los valles, 
los ríos, 
un Dios que viva la lluvia, 
que viaje a través del viento 
y acaricie nuestra alma, 
un Dios de los tristes, de los homosexuales, 
un Dios más humano, 
un Dios que no castigue, que enseñe, 
un Dios que no amenace, que proteja, 
que si me caigo me levante, 
que si me pierdo, me tiende a su mano, 
un Dios que si yerro no me culpe 
y que si dudo me entienda, 
pues para eso me dotó de inteligencia, 
para dudar de todo. 

Padre nuestro de todos nosotros, 
¿Por qué nos has olvidado?, 
Padre nuestro, ciego, sordo y desocupado, 
¿Por qué nos has abandonado?



Mägo de Oz.

sábado, 9 de noviembre de 2013

"Busco una paz negociada con mis sentimientos".

Parece que la vida posee un carácter repetitivo, retroactivo. Los sucesos se repiten y los giros de guión parecen acontecerse cada “x” tiempo. No solo las estaciones se suceden una y otra vez. Las sensaciones, los miedos, las ilusiones, las dudas. Todo vuelven una y otra, y otra vez a mi cabeza.

A veces, temo a la ausencia de las palabras. A mí incapacidad para poder describir que diablos me sucede o como me siento. Porque ese estancamiento, solo me demuestra que ni yo misma sé lo que siento. Que no tengo ni idea de porque esa sensación de angustia se agolpa en mi pecho y se echa la sienta. O por que pensamientos opuestos a mis sentimientos se balancean en mi cabeza. ¿Tendría qué pedir ayuda? Nadie podría salvarme de mis fantasmas o de la propia mierda que acumulo por gusto en mi interior. Nadie podrá salvarme, ni tan siquiera yo misma.


Lo preocupante no es temer al mundo, si no desconfiar de uno mismo.