Parece
que la vida posee un carácter repetitivo, retroactivo. Los sucesos se repiten y
los giros de guión parecen acontecerse cada “x” tiempo. No solo las estaciones
se suceden una y otra vez. Las sensaciones, los miedos, las ilusiones, las
dudas. Todo vuelven una y otra, y otra vez a mi cabeza.
A
veces, temo a la ausencia de las palabras. A mí incapacidad para poder
describir que diablos me sucede o como me siento. Porque ese estancamiento,
solo me demuestra que ni yo misma sé lo que siento. Que no tengo ni idea de
porque esa sensación de angustia se agolpa en mi pecho y se echa la sienta. O
por que pensamientos opuestos a mis sentimientos se balancean en mi cabeza. ¿Tendría
qué pedir ayuda? Nadie podría salvarme de mis fantasmas o de la propia mierda
que acumulo por gusto en mi interior. Nadie podrá salvarme, ni tan siquiera yo
misma.
Lo
preocupante no es temer al mundo, si no desconfiar de uno mismo.
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