martes, 26 de junio de 2012

Tres meses, Cinco Días.

Tres meses, cinco días. El peor período de tiempo de mi vida. Época en la que me he tenido que acostumbrar a la ausencia de unos besos, y al vacío que dejó la marcha de cierta persona en el otro lado de la cama. Tres meses y cinco días que un segundo marcó mi vida. Uno de esos instantes de los que tanto hablo yo. Fue, fue un duro instante. Fue el microsegundo en que no perdía a la persona que amaba, si no que la persona que hipotéticamente me amaba, me abandonaba. Cogió camino, se despidió de mí y se fue. Dejándome sola, abandonada y jodidamente jodida cual perro abandonado en la calle, del que su dueño después de hacer lo que quiere con él acaba abandonándole porque ya "no es lo mismo".

Y no es que cuente los días desde que aquello pasó. Al principio cuando la esperanza ardía en mi interior sí, pero cuando ella se esfumó dejando a la amarga realidad, dejé de hacerlo. Pero inevitablemente cada vez que pasa ese día feo, ese día que me jodió recuerdo aquella angustia y ese dolor.

viernes, 15 de junio de 2012

2006-2012.


Y ahora si que si. ¡Se acabó!. La promoción del 2006-2012 del Instituto Mar Menor se despide y se convierte en adulta. Parece que fue ayer cuando llegamos todos nerviosos a aquel nuevo lugar, con liosos pasillos y nuevos compañeros. Todos nos creíamos adultos por abandonar la vieja escuela, y nos sentíamos los más "maduros". Pero fue con el paso de los cursos, las ostias de la adolescencia y los profesores cabrones cuando nos dimos cuenta de que no, no éramos adultos.

Y será por compañeros. Seis años dan paso a montones y montones de caras nuevas. Algunas fueron efímeras, otras se marcharon sin suponernos una pérdida y muchas otras nos dejaron un vacío en el corazón. Mª Ángeles, Pilar, Lorena, Toni, Roberto, Susana, Jose Ginés, Noelia...Montones y montones de nombres que forman parte de la historia de mi vida. Pero no hablemos de pérdidas, hablemos de todos esos que aún siguen aquí: Amparo, Silvia, Patricia, Erika, Alba, Iria, Javi , Jesús, Juanka, Curiel, Salima, Almudena, Kate, Alberto, Sergey, Raquel, Nieves, Dani, Belén, Belén Pérez, Lucas, Diana...y un larguísimo, larguísimo ETC. Personas, que han marcado el trascurso de mi vida, que ahora sin ellas no sería nada y a las que necesito.

Y echaré de menos no sólo a los pocos pero verdaderos amigos que hice, si no que también a mis compañeros, sobretodo a esas personas con las que he compartido estos dos últimos cursos de bachiller. Esas personas a las que he estado viendo día tras días, que a pesar de choques y roces nos llevamos bien y nos apoyamos. Esa buena gente que a pesar de nuestras diferencias nos hemos ayudado y que juntos hemos ido a PAU. Todas aquellas personas, compañeros, compañeras, gente de sociales y a mi gentecita de letras. Que nos habremos querido matar en muchas ocasiones, que nos habremos mirado mal, pero a pesar de todo han sido esas personas que me han soportado durante dos años todos los días.

Y profesores...madre mía que gran cantidad de profesores...desde los chiflados de lengua, pasando por los locos de historia, los de mala ostia de matemáticas, hasta acabar en los de latín y griego que son amor. Todos esos profesores que han soportado mi manía de hablar y hablar xDD. Esos que me han apoyado y cuando me han visto mal me han preguntado: "¿Qué te pasa Pilar?". Algunos cabrones, otros hijos de puta, pero la inmensa mayoría gente que disfruta de su trabajo y se preocupa por sus alumnos. ¿Nombres? puff...Manuela, Ana, Antonio Gómez, Varela, Daniel, Quique, Espiga, Pilar, Toni, Jóse Manuel, Filo, Jóse Max, Gloria, Ana Isabel, Inma, Ana de inglés, Montse, Alicia, Caridad, Ana de mates, Rosario, Sara, Antonia Conesa, Manuel, Pedro y etc...etc...!

Y después de seis años, hoy a las ocho en el Acuario nos despedimos. Nos decimos adiós, emprendemos cada uno su camino y dejamos atrás tantos buenos como malos ratos. Nos despedimos del famoso "titanic" de San Javier que nos acogió durante tanto tiempo entre sus cuatro paredes. Y con una mueca triste pero alegre, nos convertimos en aquello que siempre deseamos y ahora nos acojona: adultos.

jueves, 14 de junio de 2012

Volver a empezar.

Hablemos de escapar. Hablemos de huir, de correr y de alejarse. Alejarse de todo eso que hace mal, todo eso que nos impide continuar. Imagínate entonces, tú delante de un larguísimo camino, un nuevo camino.
Charlemos acerca de libros. ¿Te gustan los libros? Yo adoro los libros. Pero hay veces que aunque nos guste una historia, llegaremos a una hoja que tendremos que leer para poder continuar, que a la larga tendrá su significado aunque nos haga llorar o sufrir. Entonces llegas al final del libro, quizás quieras volver a leerlo, pero se acabó. Ese libro ya no sirve, guárdalo en la estantería y coge otro. No tiene porque tener una cubierta más hermosa, si no un interior que sea mucho mejor que el anterior y que te haga disfrutar.
Retomemos el tema anterior. ¿Qué ruta cogeremos para alejarnos de todo?...pues digamos que no lo sé a ciencia cierta, pero procuremos que sea lejos, sigamos el viento, cojamos el camino que nos dicte el instinto y escapemos. No mires hacia atrás, arrepentirse no es bueno, así que amiga coge lo primero que encuentres, átate bien las cordoneras y vayámonos de aquí. Es hora de dejar atrás las penas pasadas y los sentimientos que para otros fueron efímeros. Es el momento de dejar de buscar, de anhelar, ahora sólo nos toca esperar. ¿Esperar a qué? a que llegue nuestro instante, ese instante que nos haga feliz y no sufrir. Ese microsegundo que marque de nuevo nuestra vida y nos demuestre que el amor verdadero existe. Que efectivamente hay una persona para cada uno, así que, deja de buscar en pieles ajenas, aquello que perdiste. Deja atrás ese peso que te duele en la espalda. Ahora sólo queda una opción: levántate, coge mi mano y andemos. Andemos tan lejos como nos lleve el viento.