miércoles, 31 de julio de 2013

"Supongo que estarás durmiendo".

Encendió una vela como muchas otras noches, cogió su pluma y la mojó con tinta. Se colocó uno de esos mechones suyos rebeldes detrás de una oreja y acarició el papel con la suavidad de quien susurra una nana a un niño pequeño.  Suspiró profundamente y empezó a escribir aquella carta que tantas veces había ensayado en sus pensamientos y en esas madrugadas que se le pasaban amargas y lentas sin su compañía. Comenzó con tranquilidad a trazar letras...:

"Buenas noches tú. Supongo que estarás durmiendo mientras te escribo esto, siempre sueles acostarte antes que yo. Claro, como tú madrugas y yo no. En fin...Decía que buenas noches, de nuevo siento tu ausencia entre las sábanas. Me acostará acostumbrarme a ello, otra vez. 

Quería pedirte disculpas, si. Por todos esos errores y enfados tontos de niña pequeña de cinco años que solo sabe hacer pucheros y sentarse en un rincón para tratar de pasar desapercibida. Por los miedos e inseguridades sin sentido que por desgracia ya forman parte de mi ser. Trataré de disiparlos o guardarlos solamente por ti y por tu sonrisa. Espero que valores el esfuerzo.

También quería darte las gracias amor. Por aguantar todas mis locuras, estupideces y rabietas. Por curar mis viejas heridas y por darme valor para cometer algunos actos. Te quiero. Nunca pensé cuando te vi por primera vez que esto llegaría a este punto. Me alegro de esta situación, de veras. Me haces demasiado feliz, a pesar de los malos ratos. Eres una persona increíble y preciosa, tanto por fuera como por dentro. Eres demasiado bueno para ser cierto y tu corazón demasiado grande para un cuerpo."

Hizo una breve pausa para volver a mojar la pluma en tinta y respirar. Su corazón se había acelerado un tanto al recordar el brillo y la hermosa curva de su sonrisa, y el bello color esperanza que reposaba en sus ojos. De nuevo volvió a escribir sobre aquel blanco papel:

"Quería recordarte ya que me he encontrado, sin quererlo, pensando en tu mirada y tu sonrisa. Joder, son preciosas. Lo siento, peco de sincera, así que no intentes negarlo porque la que te ve al despertar en ocasiones soy yo y me hallo en la posición de opinar. Así que, añadiré que como ya sabrás eres de lo mejor que me ha ocurrido en la vida. Gracias por aparecer de casualidad aquella noche de primavera.

Para ir terminando, espero poder cumplir mis sueños a tu lado y que aunque no seas mi vida entera, porque eso nunca es sano, que seas parte de ella y la compartas conmigo. Antes de terminar y guardar la carta en el sobre, recordarte que deseo más que nada poder despertarme cada mañana a tu lado y observar tu bonito careto a mi lado. Buenas noches para mí y buenos días para ti, porque supongo que leerás esto cuando te despiertes. 

Te quiero."

Dobló el folio con sumo cuidado, posiblemente resultaba extraño que escribiera con pluma teniendo bolígrafos...pero consideraba que era más bonita la tinta negra que la material de un boli. Bueno, ella se entendía. Después de aquel leve desliz mental, guardó el papel dentro del sobre y deslizó la lengua por la lengueta y lo cerró con delicadeza. Luego, se levantó de la silla sin hacer el menor ruido y depositó la carta en el lado de la cama que él ocupaba. Menuda sorpresa se llevaría. Terminó de hacer los típicos quehaceres que se realizan antes de dormir y después se acostó a su lado, regalándole un beso terriblemente tierno en sus labios dormidos. "Buenas noches tú". Le susurró antes de perderse entre sus sueños.








viernes, 19 de julio de 2013

"Bienvenida Little Alice, bienvenida de nuevo a casa".



He intentado tantas veces esconderla, acallarla, silenciarla, empaquetarle en una jodida caja y enviarla a la India...Pero, nunca he conseguido separarla de mí. Nunca he ganado. Siempre gana ella. Jodida Little Alice. He intentado en tantas ocasiones despegarme de ella e ignorarla que cuanto más lo intentaba más fuerte me atacaba. Un ataque, una opresión, ansiedad, celos, tristeza. ¿No piensas dejarme nunca Pequeña Alicia? 

Ella sigue aquí. La siento en mi interior, escondida en mi corazón, aguardando en mi cabeza. Nunca me gustó esto de no entender a parte de mi mente. Ella es la Pequeña de las Dudas Infinitas, es la que está ahí machándome día tras días. Es la reina de mis miedos y la emperatriz de mis jodidas inseguridades. Déjame en paz Little Alice, es suficiente. Ya está.

Es patético...tantas ocasiones creyendo que ya no existia o que simplemente residía dormida en mi interior. Joder, no encuentro la manera de ganarle ni tan siquiera una partida. Siempre consigue derribarme, abofetearme y herirme de gravedad. Nunca podré escapar de ella. Me rindo Little Alice, me rindo. Este es tu juego, nunca podré vencerte...

Bienvenida Little Alice, bienvenida de nuevo a casa.

"Joder, Little Alice escapa".



Hace días que se encuentra extraña, que una sensación desagradable se abraza contra su pecho y le cuesta pensar con claridad. Cree que vuelve a estar sucediendo. Tiene un miedo horrible, además puede sentir como se le reseca la garganta solo de pensarlo. Joder, pobre Little Alice. Realmente le parecía demasiado extraño que todo fuera tan bien, que las cosas fueran tan claras. Pero, algo nubla su mente, el miedo a la repetición. Sobretodo cuando hace días que se enteró de que aquello a lo que tanto temía y que por pensar la tachaban de loca, era cierto. Tan jodidamente cierto como a pesar de todo su corazón dio un vuelco al leer aquellas palabras, o mejor dicho, la ausencia de esa frase que solo le otorgaba una respuesta silenciosa y afirmativa.

Como duele la traición, como duele saber que tus sospechas eran ciertas y nada era realmente lo que parecía. Joder, cuanto tiempo estuvo ella con la cabeza nublada por los miedos, miedos que eran tan certeros como que el puto sol sale cada jodida mañana. Fijaos si era cierto.

Y ahora, su mayor miedo es que la historia vuelva a repetirse. Teme que toda acontezca de nuevo y aunque intenta alejarse de esa parte de su mente, sigue ahí. Sigue silenciosa, acechándole cada noche y oprimiéndole la respiración. Joder, ¿por qué somos nosotros mismos nuestros peores enemigos? No tiene ningún sentido y Little Alice sufre en silencio. Calla, respira, piensa, respira.

No parece todo muy distinto a la vez anterior, aunque los protagonistas sean diferentes el patrón podría ser perfectamente el mismo. Aunque el escenario sea distinto, el guión podría ser igualito al anterior. ¿Nadie repara en esos detalles? ¿Por qué solo ella lo hace? ¿Paranoica? ¿Loca? ¿Obsesa? ¡NO¡. Solamente observa todo desde una serie de variadas perspectivas. Joder, Little Alice escapa.



miércoles, 17 de julio de 2013

Vampiratas.

Después de tantos años compartiendo noches de lectura con la saga de Vampiratas, hoy el ciclo ha tocado a su fin. A través de siete increíbles libros he aprendido lecciones de la vida sobre amistad, amor o camaradería; me he reído con los chistes sobre la piratería y me he imaginado en el Nocturno con Grace y en el Diablo con Connor.

Hace un tiempo también tuve la oportunidad de viajar con dos hermanos gemelos, pero sin duda han sido los Tempest, los que de momento se han apoderado con una buena parte de mi memoria y mi corazón lector. Ojalá todo el mundo supiera valorar ese instante y ese estrecho vínculo que se crea al leer un libro con sus personajes. Connor, Grace, Lorcar, Bart, Cate, Moluco Wrathe,Cheng Li, Jasmine, Jez, Johnny, Sidorio, Lola, Mosh Zu, Obsidian Darke, Darcy... Tantos buenos momentos, tantos abordajes, taaaaaaaaaantos secretos.

Sin duda, este pequeño espacio que os dedico no es nada comparado al que le hice a mi querida Saga de Tinta. Pero, a pesar de que la extensión no sea la misma, la importancia es parecida. Han sido muchos años, muchas noches, muchas páginas y muchos momentos de tensión. Ha sido una gran experiencia navegar con todos vosotros y averiguar cosas que conocía de mi misma. Gracias por todas las aventuras, las lágrimillas, las sonrisas y todas esas noches que me ayudasteis a olvidarme de todo lo que me rodeaba. Gracias Justin Somper por escribir esta maravillosa saga que me ha hecho sentirme nocturna y pirata.


"Tú también eres bastante increíble".

A veces parece que se me olvida, sí a veces se me olvida eso de que soy la Pequeña de las dudas infinitas. La reina de las paranoias y la emperatriz de las inseguridades. ¿Sabes? sí, parece que hay momentos en los que no recuerdo que dentro de mí sigo siendo aquella Little Alice que se comía la cabeza y una y otra y otra vez. Pero...Si, hay veces que se me olvida todo eso y solamente me dejo llevar por todos y cada uno de los latidos de mi corazón. Hay ocasiones en las que duele, pero bueno, mi corazón siempre sabe elegir.

Lo gracioso es que sé cuando son esos momentos de olvidarme de todo, de concentrarme solo en su sonrisa y su mirada y olvidar todas esas dudas, miedos e inseguridades. Tendré que culparte a ti o agradecerte que durante el tiempo que paso a tu lado me despoje de todo, lo guarde en un cajón y me sienta libre en varios sentidos.

¿Sabes? me sorprende tu magia, no sabía que tu cualidad de curarme llegara hasta a esos puntos tan extremos. Eres jodidamente increíble, y maravilloso. Sí, puedes potar arcoiris. Pero, gracias por curar mis heridas y prevenir otras. Por todo y por nada. Solo tú podías ser capaz de hacer algo tan grande que reside tan dentro de mí.


miércoles, 10 de julio de 2013

Esclavos del sistema.


No hagas esto, no hagas aquello. Vivimos inmersos en una sociedad que te critica por todo: por tu forma de pensar, de vestir, de comer, la música que escuchas, tu raza, religión, orientación sexual... ¿Qué mierdas podemos esperar entonces del mundo? Hace siglos nuestros antepasados luchaban para que fuéramos libres y no míseros esclavos. ¿Qué pensarían ahora si vieran qué seguimos siendo aquellos sumisos siervos de antaño?

Mientras miles de personas dieron y dan la vida para liberarlos del yugo de los políticos y reyes, nosotros nos dejamos consumir más y más por la sociedad y el sistema económico. Esclavos de la tecnología, el cine o la misma televisión. Siervos del sistema y de los medios de comunicación.

¿Cuando seremos libres de verdad?

Escape.



No es que a veces se cansara. Directamente estaba harta de tener que vivir con el pensamiento de que nada sería eterno en su vida, y en la de nadie. Había momentos en los que solo le apetecía encerrarse en su mundo con la música bien alta y olvidarse del resto del universo. Tampoco es que fuera antisocial, solo quería respirar un poco de la esencia el mundo en soledad. ¿Tan difícil era de entender?

Disfrutaba cuando la noche caía y todo se tornaba oscuro. Pensaba que así las tinieblas y los miedos que residían en su interior pasaban desapercibidos y se camuflaban con las estrellas. La brisa nocturna le ayudaba a sobrellevar todo aquello que albergaba su cabeza, parecía que el silencio le tranquilizaba y le ofrecía una paz que nada más lo conseguía. Excepto claro, él. Le habían dicho cientos de veces que no era bueno depender aunque fuera tan solo un poquito de alguien...pero como no, a ella le gustaba demasiado eso de pecar y hacer lo que le saliera de las narices.

Sonreía cada vez que se encontraba sola, pero se deprimía al rato de ver que no se oía ni un misero ruido en aquella su cueva. El frío que albergaban aquellas paredes llegaba a helarle el alma en varias ocasiones, ya que lo que más necesitaba era un sencillo abrazo. 

Había veces que tan solo se sentía una niña pequeña y estúpida que por una serie de circunstancias había terminado perdiéndose en el medio de la nada. Tan solo necesitaba aprender a vivir sin miedo o no darle tanta importancia como solía hacer...Joder, ¿qué esperaba la gente?, aún no había terminado de crecer y en ocasiones se le escapaba aquella sonrisa infantil de cuando tenía cinco años. Pero, tampoco quería que le ayudaran a andar, se sentía capacitada para hacerlo sola. O eso creía.

Llorar no era tan malo para ella. En realidad, muchas veces quería hacerlo para desacumular mierda pero no podía hacerlo.Y eso le frustraba enormemente...demasiado. Tanto, que tenía que torturarse con alguna deprimente canción para poder esparcir unas pocas lágrimas. Pobre muchacha.

Deseaba con fuerza vivir en un sitio más frío...de ese modo aquel helor que a veces se le aparecía en el alma, podría confundirse con el provocado por la fría estación. Quizás, algún día consiguiera desaparecer de aquel remoto lugar y echar a volar lejos de algunos viejos recuerdos y de algunas ya no queridas personas.

Tenía miedo a escapar, pero a veces sencillamente, era lo único que deseaba de verdad.

lunes, 8 de julio de 2013

Es curioso este estado al que llaman felicidad. Umrf.


Supongo que esto se siente cuando eres feliz, o te aproximas a ello. Es curioso este estado de extraña tranquilidad y conformidad con mi vida. Me gusta, me gusta de verdad el sabor que tiene la felicidad. Hacía unos meses sinceramente no pensaba que sería capaz de salir de aquel pozo oscuro y profundo en el que me habían precipitado las circunstancias y sucesos de mi anterior yo...Aquella lejana Little Alice, ¿estará bien?. Espero que si.

He crecido. Sí, me siento más adulta, más crecida y un poco más madura. Mi manera de ver el mundo ha dado una vuelta de 380º grados y lo mejor es que estoy orgullosa de ello. Por fin, he encontrado mi pequeño lugar en el universo. He hallado, a gran escala, lo que estoy destinada a hacer en mi vida. Pensaba que nunca lograría decir que quería hacer con mi futuro y ahora ya lo sé. Y, he de admitir que de momento todo marcha bastante bien y me gusta el camino que veo en frente de mí. Sé que será un buen camino, con obstáculos, porque nada se consigue de la nada, pero placentero. Espero con ansia la próxima sorpresa que me depare mi futuro laboral y mi querido periodismo; por no hablar de ese libro que espera que lo escriba y que en algún momento, lo haré.

Ha habido cambios. Joder, sí que los ha habido, muchísimos. Algunas personas se han alejado de mi vida, otras nuevas han llegado y algunas viejas caras conocidas han regresado. ¿Para qué decir nombres?, esas personas cuando lean estas frases se sentirán aludidas y entonces sonreirán. Gracias por aparecer en la mía vida. A las que os marchasteis dejando solo desolación y viejos recuerdos, un placer haberos conocido. Espero que todo os vaya bonito, como dicen por ahí y que volvamos a encontrarnos, aunque sea solo para recordar aquellas aventuras de adolescentes.

, fsamnbjkshdjkfhjskhkdgs. ¿Qué te puedo decir qué no sepas? Gracias por curar y cicatrizar mis viejas heridas, nunca pensé que lo harías con tal perfección. Me has asombrado, mini punto para ti (;. Eres genial, aunque bueno me faltan palabras para describir la sensación que me produce el abrazarte o tenerte cerca de mí. ¿Llamemosle felicidad?. Bueno, sea como sea, no voy a hablar de "para siempres", ni demás palabras que después se lleva el punto viento este de Levante. Solo te diré, que gracias por tooooooooodo lo que has hecho por mí. Espero que decidas quedarte conmigo durante mucho, mucho tiempo y hacerte tan feliz como tú me lo haces a mí. Para lo demás, sobran las palabras, sencillamente te comeré a besos.

Bueno, voy a pecar de mentirosa, porque si hay dos personas a las que me gustaría mencionar, a ellas dos. A mí Ruru, por regresar a mi vida después de tres infernales años de cambios, movidas y nuevos descubrimientos cada una en su existencia. Me gustan como están las cosas ahora, son mucho mejores que antaño y te agradezco de corazón que todo esté en paz y armonía. Te quiero demasiado y lo sabes, intentemos no volver a distanciarnos, please. O si lo es que sea para volver a reunirnos.

A Mariloli, por ser la mejor incorporación a mi corazón que me ha ocurrido en todo este año y parte del anterior. Eres increíble, lo sabes. Perdona por los momentos de ausencia y las malas palabras que tanto daño hacen. Gracias de verdad por hacerte un hueco en mi corazón y demostrarme que no todo es mierda en la facultad de Comunicación. También, por hacerme sonreír todas las mañanas y ser la portadora de esos abrazos diarios que tanto necesitaba. Te quiero, no lo olvides, y recuerda: o las dos o ninguna.

Prosiguiendo con la entrada y con los cambios. Sé, que el año aún no ha terminado, pero presiento que este va a ser el mejor verano de mi historia, que poco a poco voy escribiendo con mis lágrimas, sonrisas y pequeñas heridas de guerra. Nunca creí que podría cicatrizar la primera y ahora que está bajo una costra dura, me siento orgullosa de ella. Es verdad, que estas heridas de guerra siempre nos acompañaran, y nunca las olvidaremos, pero hay que saber cuando dejar de rascarlas y regalarles un merecido descanso. Y querido, eso he hecho regalarte un bonito descanso y otro a mí.

A esas personas que ya no están aquí, deciros que vuestra ausencia me hace recordaros aún más. Espero que si existe el cielo y toda esa parafernalia, vosotros esteis allí pasándolo en grande. Gracias a ti Comisario, por enseñarme algunas pequeñas lecciones de la vida y siempre tener una sonrisa y un abrazo preparados para mí. Siempre te querré Pedro, siempre.

A ti Abuelo Simón, aunque hayan pasado ya tres angostos años, me sigo acordando de ti. Todavía espero volverte a ver en la otra punta de la mesa, y escuchar tu voz al entrar en tu casa. Lástima que sepa que eso no volverá a ocurrir. De todos modos, gracias por cuidar de nosotros, convertirnos en parte, en quienes somos y legarnos toda tu vida en forma de finca de naranjos. Aunque no estés, nos sigues haciendo felices, y eso no es algo que todo el mundo logra conseguir. Gracias, te quiero abuelo.

No me olvido de ti, Abuela Pura. Sé que nuestra relación nunca fue muy estrecha...y me arrepiento demasiado no haberte dedicado más tiempo de mi tierna infancia, pero...supongo que el destino lo quería así. Gracias por hacerme valorar mucho más de lo que lo hacía, a mis seres queridos. Pues, tú me hiciste darme cuenta de que nadie es eterno y hay que dedicarle tiempo a todas y cada una de las personas de mi vida. Gracias, también, por crear a mi papa. Es una persona genial, tiene un corazón enooooooooorme, y me gusta parecerme a él. A él y a mi mama, aunque no se lo diga a menudo, los quiero demasiado. En fin, te agradezco muchas cosas que cuando nos volvamos a encontrar en la otra vida te explicaré con detenimiento.

Estoy abriendo mi corazón, más de lo normal. Pero, he decir, que la ocasión lo merece. Hoy, a pesar de tener que estudiar lengua, me siento bastante alegre y feliz. El sabor de la felicidad me gusta, y puede que sea culpa tuya Gordo, o de todo en general. Gracias a todas esas personas que me hacen felices, a esos músicos que componen la banda sonora de mi vida y a los animales de mi vida que me enseñan que se merecen más amor que la mayoría de las personas.

Debería ir terminando...Presiento que esta entrada tiene que acabar, porque como siga mencionando la palabra "felicidad" se va a gastar y me volveré a quedar con las manos vacías. Así que sin más dilación, de nuevo gracias a todos los que me soportáis y a la felicidad, por decidir que de nuevo era mi turno de sonreír más de lo común.

  Gracias.






jueves, 4 de julio de 2013

Pequeña de las dudas infinitas.


Dicen que las personas pueden clasificarse de muchas maneras: fuertes y débiles, seguros de sí mismos e inseguros. Es curioso, porque aunque lo normal sería ligar fuertes con seguros, y débiles con inseguros, yo misma me hallo situada en el tercer grupo. No me considero débil, puede que en algunos momentos mis fuerzas flanqueen como nos ocurre a todos, pero diría que soy fuerte, y demasiado, aunque no por esa razón me cuesta llorar. Todo lo contrario, lloro con bastante facilidad.

Pero…en cambio, ¿inseguridad? Demasiado. Uff, tengo inseguridades, miedos y paranoias para dar y regalar. ¿Es eso un problema?, seguramente. Hay veces en las que me gustaría poder vivir sin ellos, pero están tan enlazados a mi forma de ser que intentar desprenderme de ellos sería como arrancarme un trozo de mí, dejaría entonces de ser quien soy. La única solución es apaciguarlos, acunarlos y susurrarles alguna nana para que duerman y no me molesten la mayor parte del tiempo. O por lo menos no en los momentos menos indicados. ¿Os pasa a vosotros lo mismo?

Sin embargo, no siempre hay que sedarlos y dejarlos escondidos en lo más profundo del alma. El truco está en saber cuando tienen que salir y cuando deben quedarse encerrados. Porque ya sabéis que si acumulas demasiado algo, eso termina saliendo al exterior con una presión y emoción fulminantes que muchas veces nos hacen cagarla de manera sobrehumana.

Ser inseguro, es malo. Por supuesto, pero tener miedo no lo es en todas las situaciones. Tener miedo te convierte en sabio, pues conoces las consecuencias o sabes donde reside el peligro en ciertas ocasiones. Y eso, es bueno amigos. Pero, claro no siempre lo es, ya que el miedo es esa horrible sensación que te paraliza desde la parte más interna de tu ser y que te impide vivir con mayor libertad.


Busquemos entonces la fórmula adecuada para ser fuertes, seguros de sí mismos y vivir con el miedo justo y necesario para no tropezarnos más de lo necesario.