Hoy he
caído en la cuenta de los días que han pasado desde aquel instante en que una
parte de mí, hizo las maletas y se marchó por la puerta trasera de mi corazón.
Medio desnuda y con un frasco lleno de lágrimas me quedé en medio del camino
que desde entonces tendría que hacer sola, sin tu mano y sin tu apoyo.
Hoy he
caído en la cuenta de las noches que han trascurrido desde la tarde en que
decidiste decirme adiós. De la cantidad de madrugadas que me he pasado
recordándote, escribiéndote y sintiéndote en cada lágrima que desprendía desde
mis pupilas.
Hoy he
recordado aquellas tardes de invierno que nos pasábamos en tu casa o en la mía
observándonos y deleitándonos con el suave tacto de la piel del otro. De esos
sábados en los que recorría una distancia que se tornaba abismal para poder
apreciarte y sentirte tan cerca de mí como nuestros cuerpos lo permitían.
Hoy he
renombrado en mi cabeza esas mañanas de recreo en el parque. De cómo te miraba
comer de forma banal tu bocadillo y calmar tu sed. Me fijaba en tu rostro y me
paraba a memorizar cada detalle de tus facciones, mientras disfrutaba al ver
como la brisa removía tus cabellos haciéndolos graciosos y adorables.
Hoy he
tratado de recordar la textura de tus labios o tus caricias en mi espalda, y
sinceramente me cuesta. Las sensaciones de aquellos días escasean
en mi memoria y solo puedo acordarme de algunos detalles, momentos y
conversaciones, pero no del jodido sabor de tus labios, ni el tacto de tu piel
contra la mía. Maldigo a mi memoria, lucho por no perder el recuerdo de la luz
de tu sonrisa, pero he de decirte que…cada vez, cuesta más y más.
Hoy me
he dado cuenta de algunas cosas están pasadas por el filtro del tiempo. De que
me paro a recordar cómo me sentía o actuaba en algunos instantes y parece que
estoy observando a otra persona realizar aquellas acciones. Supongo que formará
parte de la curación que aporta el tiempo, o tal vez sea que algunas cosas
sirven para superar estos momentos. Quién sabe..
A pesar
del tiempo, la distancia y el inmenso abismo que nos separa, cuando antes a
penas eran unos milímetros escasos. A pesar de todo eso, hoy caí en la cuenta
al igual que ayer y que tal vez de mañana, que sea como sea siempre estarás
aquí. De que tu huella siempre estará inmersa en mí y que cuando tú te fuiste algo también se marchó de aquí.