Siempre
me he pregunté que se debe sentir al ser el protagonista de todas mis
historias. La razón por la que sonrío al leer una tontería suya o las lágrimas
del dolor que provoca su ausencia. Muchas veces me cuestiono que sentiría yo al
leer tantas palabras de amor que tienen un sabor a mí y un ligero olor al
champú de mi cabello. Oh dios, sería una sensación parecida a vomitar arcoíris
y quizás sonreiría, quien sabe. La verdad es que es demasiado bonito saber que
alguien impregna todas sus palabras con el sabor que deja su nombre en los
labios una vez que lo pronuncias. O quizás puede que sea tremendamente cursi y
me diera reparo. No sé, ¿tú lo sabes?
Dicen
que cuando un escritor se enamora de ti ya nunca mueres. Siento comunicarte que
entonces tú ya eres inmortal, que tu nombre nunca morirá y tu presencia mientras
queden estas palabras en algún lugar del espacio siempre perdurará. Oh my
god…nunca serás olvidado, ya estoy aquí yo para impedir que eso ocurra.
Y digo
yo…quizás nunca supe que se sentía al sentir que unos textos hablaran de mí,
pero sé lo que es ser protagonista de obras de arte, y de canciones. Sé lo que
es sentir que una canción hable de mí, de nosotros. Es curioso si, y
gratificante. Me gustaba esa sensación, quizás la eche de menos.
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