viernes, 8 de marzo de 2013

"A olvidar, sin querer olvidar."


Recuerdos que se desvanecen y marchitan en una mente que se desvive por mantenerlos con vida como los primeros días. Las situaciones de la vida, perduran en nuestra memoria durante un tiempo, quizás años, quizás décadas o incluso durante toda nuestra existencia. Pero, en ocasiones los pequeños detalles, o aquellos que realmente nos hicieron felices en más de un momento, se resquebrajan y acaban desapareciendo. ¿Por qué? , porque sencillamente no podemos mantener tantas cajas y cajas de recuerdos almacenadas en el desván de nuestro cerebro.

Hay personas que luchan porque esos instantes de sus vidas permanezcan sin debilitarse, pero hay veces en las que la simple entrada de otros nuevos recuerdos, termina ganando terreno y alejando a muchos de los anteriores. Porque, aunque no queramos todo instante de nuestra vida, al día siguiente ya solo es un recuerdo. Un recuerdo bonito que cuidar o como diría Melendi: “Un recuerdo que olvidar”. Pero, a fin de cuentas todos tienen la misma envoltura y similar duración.

Por mucho que te esfuerces acabarás olvidando cosas increíbles y momentos maravillosos, pero bueno siempre estará en tu mano el dejar testimonio escrito de ese preciso instante y evitar así que caiga en el más abismal de los olvidos. ¿Y tú, estás condenado a “olvidar sin querer olvidar”?


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