jueves, 16 de mayo de 2013

"Cada mañana, me tiro de la cama, buscando una razón."

En la senda de lo abstracto que delimita con la más cruda realidad nací. Escuchando de fondo melancólicas melodías, a las cuales casi con un dolor placentero empañaba con lágrimas mientras en silencio gritaba una a una las múltiples catástrofes de mi defectuoso mundo interno. Con imágenes de cadáveres, seres inertes y bolígrafos de sangre en vez de tinta, crecí como persona y traté de madurar, mientras las suaves y juguetonas garras de la niñez y la adolescencia intentaban arrancarme del ciclo de la vida como si de una linda flor apunto de abrirse se tratase.

Entre realidad y ficción, amor y odio, alegría y tristeza, silencio y ruido. La vida es tan compleja como el lenguaje que usa de instrumento para describirse a sí misma. Términos confusos, significados extravagantes y palabras que pronunciadas del revés te dejan un sabor curioso en la garganta. Y en medio de todo ese embrollo de letras, versos y canciones prohibidas me crié y me educaron. Pero he de decir que con un buen resultado, aunque..claro..¿Quién no se ha planteado nunca lo que está bien y lo que está mal?

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